1.1.. Filosofías clásicas de la ciencia.
La filosofía
de la ciencia investiga el conocimiento científico y la práctica
científica. Se ocupa de saber, entre otras cosas, cómo se desarrollan, evalúan
y cambian las teorías científicas, y de saber si
la ciencia es capaz de revelar la verdad de las «entidades ocultas»
(o sea, no observables) y los procesos de la naturaleza.
Son filosóficas las diversas proposiciones básicas que permiten
construir la ciencia. Por ejemplo:
·
La realidad existe de manera
independiente de la mente humana (tesis ontológica de realismo).
·
La naturaleza es regular, al menos en
alguna medida (tesis ontológica de legalidad).
·
El ser humano es capaz de comprender la
naturaleza (tesis gnoseológica de inteligibilidad).
Si
bien estos supuestos metafísicos no son cuestionados por
el realismo científico, muchos han planteado serias sospechas respecto del
segundo de ellos1 y numerosos filósofos han puesto en tela de
juicio alguno de ellos o los tres.2 De hecho, las principales
sospechas con respecto a la validez de estos supuestos metafísicos son parte de
la base para distinguir las diferentes corrientes epistemológicas históricas y
actuales. De tal modo, aunque en términos generales el empirismo
lógico defiende el segundo principio, opone reparos al tercero y asume una
posición fenomenista, es decir, admite que el hombre puede comprender la
naturaleza siempre que por naturaleza se entienda "los fenómenos" (el
producto de la experiencia humana) y no la propia realidad.
En
pocas palabras, lo que intenta la filosofía de la ciencia es explicar problemas
tales como:
·
la naturaleza y la obtención de las ideas
científicas
(conceptos, hipótesis, modelos, teorías, paradigma, etc.);
·
la relación de cada una de ellas con
la realidad;
·
cómo la ciencia describe, explica, predice y
contribuye al control de la naturaleza (esto último en conjunto con
la filosofía de la tecnología);
·
la formulación y uso del método científico;
·
los tipos de razonamiento utilizados para
llegar a conclusiones;
·
las implicaciones de los diferentes métodos y
modelos de ciencia.
La
filosofía de la ciencia comparte algunos problemas con
la gnoseología —la teoría del conocimiento— que se ocupa de los
límites y condiciones de posibilidad de todo conocimiento. Pero, a
diferencia de ésta, la filosofía de la ciencia restringe su campo de
investigación a los problemas que plantea el conocimiento científico; el cual,
tradicionalmente, se distingue de otros tipos de conocimiento, como el ético o
estético, o las tradiciones culturales.
Algunos
científicos han mostrado un vivo interés por la filosofía de la ciencia y
algunos como Galileo Galilei, Isaac Newton y Albert
Einstein, han hecho importantes contribuciones. Numerosos científicos, sin
embargo, se han dado por satisfechos dejando la filosofía de la ciencia a los
filósofos y han preferido seguir haciendo ciencia en vez de dedicar más tiempo
a considerar cómo se hace la ciencia. Dentro de la tradición occidental, entre
las figuras más importantes anteriores al siglo XX destacan entre
muchos otros Platón, Aristóteles, Epicuro, Arquímedes, Boecio, Alcuino, Averroes, Nicolás
de Oresme, Santo Tomas de Aquino, Jean Buridan, Leonardo da
Vinci, Raimundo Lulio, Francis Bacon, René Descartes, John
Locke, David Hume, Emmanuel Kant y John Stuart Mill.
La
filosofía de la ciencia no se denominó así hasta la formación del Círculo
de Viena, a principios del siglo XX. En la misma época, la ciencia vivió una
gran transformación a raíz de la teoría de la relatividad y de
la mecánica cuántica. Entre los filósofos de la ciencia más conocidos del
siglo XX figuran Karl R. Popper y Thomas Kuhn, Mario
Bunge, Paul Feyerabend, Imre Lakatos, Ilya Prigogine, etc..
No hay comentarios:
Publicar un comentario