Uno de los más importantes, y mejor conocidos, representantes de
la "nueva filosofía de la ciencia" es indudablemente Thomas Kuhn. Su
libro La estructura de las
revoluciones científicas,publicado en 1962, causó literalmente una
revolución no sólo en el campo de la historia de la ciencia, sino también en la
filosofía de la ciencia y en la concepción que los distintos campos científicos
se han formado de sí mismos. Cualquier persona interesada en comprender el
debate contemporáneo en la filosofía de la ciencia debe leer su libro.
Kuhn se
inició profesionalmente como físico y sólo después se convirtió en historiador
de la ciencia. Fue mucho más tarde en su carrera profesional, y como
consecuencia de su interés por la historia de la ciencia, que empezó a
interesarse por los problemas relacionados con la filosofía de la ciencia, en
general, y del crecimiento o evolución de la ciencia, en particular. Su primer
contacto con la filosofía fue a través de la tradición analítica y
particularmente de los "juegos del lenguaje" de Wittgenstein. Kuhn
quedó especialmente impresionado por la concepción wittgensteiniana de los
"universos de discurso", es decir, de la existencia de sistemas
lingüísticos cerrados en los que los elementos obtienen el significado de su
lugar en el contexto sistemático y lo pierden al salir o ser extrapolados de éste.
Más aún, estos universos de discurso tienen la característica de no ser
traducibles entre sí, lo cual imposibilita, las más de las veces, la
comunicación, entre ellos.
La
estructura de las revoluciones científicasse originó en un intento por
aplicar esta noción de universos de discurso al análisis de la historia de la
ciencia y de las teorías científicas. Esto quedará más claro a continuación,
cuando analicemos la noción de "paradigma", redefinida por Kuhn, y
que posee una enorme similaridad con la de universo de discurso. El análisis
kuhniano, sin embargo, no se detiene ahí; elabora toda una nueva tipología de
análisis histórico de la ciencia que va más allá de las nociones propuestas por
Wingenstein.
Kuhn
reinició el debate filosófico sobre el crecimiento del conocimiento científico
elaborando una posición radicalmente distinta de las sostenidas hasta entonces
por los positivistas lógicos y los falsacionistas. Como ya lo hemos discutido
anteriormente, el problema principal de Popper en su Lógica del descubrimiento
científicoera encontrar una regla de demarcación entre ciencia y no ciencia
o pseudo-ciencia, que le permitiera evitar los problemas del inductivismo y del
verificacionismo. La solución a este problema la encontró en su
"falsacionismo" que consiste, esencialmente, en la adquisición de
conocimiento a través de la refutación de conjeturas previamente formuladas.
En el
análisis que Kuhn hace del crecimiento científico, el énfasis se dirige más
hacia la descripción histórica que a la metodología normativa, como en el caso
de Popper o del positivismo lógico. De acuerdo con Kuhn, la historia de la
ciencia se encuentra marcada por largos periodos de refinamiento estable, que
él denomina "Ciencia normal", y que se ven sistemáticamente interrumpidos
por cambios bruscos de una teoría a otra sin ninguna posibilidad de
comunicación entre ellas. A estas bruscas interrupciones, Kuhn las llama
"revoluciones científicas". Un esquema representaría gráficamente su
modelo de la siguiente forma:
La ciencia
normal se inicia siem
pre con algún "logro", esto es, con el
surgimiento de una teoría que explica, por primera vez en la historia del área,
algún hecho o evento. La ciencia normal es un período en que la actividad
científica se dedica a la resolución de "acertijos" o enigmas
concretos y parciales. A través de la resolución de estos acertijos los
científicos tratan, al mismo tiempo, de extender el rango de aplicación de sus
técnicas de investigación y de resolver algunos de los problemas existentes en
su campo. Los períodos de investigación científica normal se caracterizan
también por sus marcadas tendencias conservadoras, los investigadores son
premiados no tanto por su originalidad como por su lealtad al trabajo de
confirmación de la teoría o "paradigma" dominante. En este sentido,
la tenacidad científica es también una de las características que define los
períodos de ciencia normal. Esta tenacidad se manifiesta, principalmente, en la
resistencia a cualquier manifestación externa y contraria al paradigma
dominante. Es importante hacer notar que, para Kuhn, ésta es una característica
que se origina con el entrenamiento científico que prepara a los estudiantes
para el manejo y aplicación de un solo paradigma científico. Fue el mismo Kuhn
quien utilizó esta característica de la ciencia en contra del modelo
popperiano. Kuhn arguye, en contra de Popper, que la respuesta típica de los
científicos al enfrentar una refutación experimental no es la de rechazar la
teoría, como él afirma, sino la de retener dicha teoría modificando sus
hipótesis auxiliares u observacionales (involucradas en dicha refutación). El
mismo Lakatos, un filósofo falsacionista casi tan importante como Popper, ha
ilustrado la noción de tenacidad con varios ejemplos en la historia de la
ciencia, aunque dándoles un sentido distinto al de Kuhn. (Ver Lakatos más
adelante).
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